Se define como: “la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás; negociando con ellos/as su cumplimiento”.
La asertividad es, el punto medio entre los comportamientos inhibidos propios de personas tímidas y/o inseguras y los comportamientos violentos propios de las personas agresivas y egoístas.
Cuando hablamos de persona inhibida y sumisa, decimos que no defiende sus propios derechos, respeta a los demás pero no se respeta a sí misma. Su esquema mental es del tipo: “Lo que yo pienso o siento no importa. Importa lo que tu sientes o piensas”, “Es necesario ser querida y apreciada por todo el mundo” o “si digo lo que pienso los demás se molestarán conmigo”. Sus sentimientos suelen ser frecuentemente de frustración, impotencia, culpabilidad, baja autoestima, ansiedad, temor etc.
La persona agresiva defiende sus derechos de forma excesiva, no respetando a los demás generando conflictos por este hecho. Carece de habilidades para relacionarse con la debida “sensibilidad” o empatía. Sus esquemas mentales son del tipo: “Si no soy fuerte los demás se aprovecharán de mi”, “Lo importante es conseguir lo que yo quiera”. Sus sentimientos suelen ser de enfado, sentimiento de injusticia, soledad y abandono, baja autoestima, frustración y falta de control.
La persona asertiva sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a sí misma. No pretende entrar en el esquema de ganar o perder en la relación con los demás, sino en ¿cómo podemos llegar a un acuerdo favorable a ambos? Su manera de pensar es racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados.
¿Para qué te servirá ser asertivo/a?
Ser asertivo/a sirve para exponer a los demás cuáles son tus verdades deseos y necesidades, y para demostrar dignidad, autoconfianza y respeto por ti mismo/a.
Te será útil para:
- Dar tu opinión, hacer una petición o pedir un favor a alguien de forma natural y no como si le estuvieras pidiendo que te perdonase la vida.
- Expresar tus emociones negativas (quejas, críticas, desacuerdos, etc) y rechazar peticiones sin que las demás personas se sientan heridas o molestas contigo.
- Mostrar emociones positivas (alegría, orgullo, agrado, atracción) y hacer cumplidos sin parecer demasiado volátil emocionalmente.
- Preguntar por qué y sentirte legitimado a cuestionar la autoridad o las tradiciones.
- Iniciar, continuar, cambiar y terminar conversaciones de forma cómoda y sin la sensación de estar ninguneando o faltando al respeto a nadie.
- Compartir tus sentimientos, emociones y experiencias con los demás y favorecer que esas personas compartan las suyas contigo.
- Resolver los problemas cotidianos antes de que aparezcan emociones negativas como la ira y el enfado y la situación se descontrole.
Sin embargo, siendo asertivo no lograrás que la gente te quiera, no se enfade nunca contigo, y que te concedan todo lo que deseas. Por mucha asertividad que uses siempre habrá gente que seguirá dándote un NO como respuesta si les pides algo que va en contra de sus intereses o valores.
También habrá quien te pueda malinterpretar y tomarse tu mensaje como un ataque personal. ¡¡Nada es infalible!!.
Derechos fundamentales. Tienes derecho a:
1. Actuar de modo diferente a como los demás desearían que actuase.
2. Hacer las cosas de manera imperfecta.
3. Equivocarse alguna vez.
4. Pensar de manera propia y diferente.
5. Cambiar sus opiniones.
6. Aceptar y rechazar críticas o quejas.
7. Decidir la importancia que tienen las cosas.
8. No saber algo.
9. No entender algo.
10. Hacer peticiones.
11. Rechazar una petición.
12. Expresar sus sentimientos (estar alegre, triste, enfadado,…)
13. Elogiar y recibir elogios.
Algunas técnicas sencillas y efectivas para que comiences a practicar esta habilidad social.
- Cambia los pensamientos negativos por los positivos
- Deja de pensar que los demás pueden leer tus pensamientos
- Defiende tus creencias, y tú verdad, sin pensar que es la verdad absoluta
- Recuerda cuál es tu objetivo
- Intenta ser lo más concreto que puedas a la hora de comunicarte.
- Haz referencia a los hechos tal y como han sucedido y no a tus juicios de valor
- Añade una lista de motivos y porqués a lo que pides
- Habla desde “ti” y no desde “tú”.
- Contagia tus emociones