1. Establece y pacta unas normas de uso: cuanto tiempo, dónde usarlo, el gasto mensual y descargas pactadas.
2. Pacta que el móvil u otras pantallas no puedan estar a la noche en el cuarto. Tienen que estar bajo la custodia de los padres y madres.
3. Conoce las aplicaciones que descarguen. Pídele/s que te digan si va a descargar algo, para evitar posibles servicios falsos, virus o engaños.
4. Sugiérele que reflexione antes de publicar información o imágenes, ya que una vez publicadas pierde el control sobre ellas.¿realmente eso que vas a enviar es importante?, introdúceles en el pensamiento crítico.
5. Edúcales en la privacidad. Explícales por qué es importante la privacidad, los riesgos relacionados con compartir información, y por qué hay que ser responsable de todo lo que se envía: no difundir información que no es nuestra, no dar el número de teléfono a personas desconocidas, ni incluirlas en redes sociales.
6. Los adultos no entrar en el chantaje de “me aburro sin el móvil”, “ lo necesito”, es necesario que lo tenga”, cíñete al uso pactado con él o ella. Tenemos que educarles que el aburrimiento incluso la soledad es buena compañera del ser humano, son situaciones corrientes con las que hay que lidiar y sacar partido de ellas.
7. Si tu hijo/a es menor de edad, no olvides que las reglas de uso de las pantallas, las pones tú. Habla con tu hijo e hija, establece las normas sobre el uso de las redes acordándolas con él o ella , ello hará que se sientan más implicados/as en la toma de decisiones. Comenta las aplicaciones que quiere utilizar y pruébalas con juntos/as. Si no estás de acuerdo en que use alguna, explícales con claridad los motivos.
9. Prioritario que aprendan acerca de la importancia en garantizar las tres reglas de oro:
- Poner un escudo a tus datos personales: pensar muy bien qué decir y qué hacer en internet.
- Cerrarte en banda: bloquear a gente que te manda mensajes dañinos y no abrir enlaces adjuntos de personas que no conozcas.
- Decir NO a la violencia: no te guardes ni te calles lo que te hace daño. un contrato de conducta.
8. Conveniente activar desde “ tiempo de uso”, el servicio restricciones de contenido y privacidad, así como instalar un servicio de protección parental, de esta manera filtramos contenidos en función de su edad.
10. Las redes sociales son medios destinados de manera específica a los adultos: no son adecuadas, ni están adaptadas para los niños/as en edad de latencia ( 4-12 años).
La mayoría de las plataformas tienen limitaciones de edad que deben respetarse (twitter, Facebook, instagram, pinterest, snapchat, linkedin edad mínima de uso 13 años; youtube, edad 18 años).
11. Si quieres que tu hijo o hija tenga acceso a alguna red social, debes vigilarlo estrechamente. Déjale bien claro que tú también tienes acceso a su cuenta de Instagram o de Facebook y que vas a controlar lo que hace en ella.
12. Si consideras que las redes sociales son una una parte excesiva de su tiempo limita el número de chats de grupo de los que forma parte o el número de fotos que puede enviar.
13. Procura que tu comportamiento en las redes sociales le sirva a tu hijo e hija como ejemplo. Si tu te haces selfis y los subes a Facebook e Instagram continuamente, tus hijos e hijas tenderán a actuar de la misma manera. Tu forma de actuar servirá como modelo, y si ésta no es correcta, lo primero que harán cuando tengan un móvil será hacerse selláis para enviarlos a sus amistades, porque considerarán que es algo normal.